Este poema de Federico García Lorca forma parte del clásico Romancero gitano y tiene su cadencia y su magia. Para invocar los temas hipnóticos del poeta -la luna, el agua, el sueño- Diego Bianki saca de la galera una de sus técnicas más lúdicas. ¿Cómo estarán realmente hechas estas ilustraciones? La atmósfera es musical, juguetona y luminosa ensambla con lo poético y suma una particular magia y música al texto. Por último, el video que acompaña se hizo especialmente para este libro y en él se ve el camino que hizo el propio Bianki en la elaboración de dichas ilustraciones.

Es un libro de cartón rígido, de un tamaño ideal para agarrarlo con comodidad. Además tiene los bordes redondeados, y no es tóxico: se puede babear, morder y llevar debajo de la almohada.

“El sonido de los libros” fue quien musicalizó para esta edición.